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Universo sabor chicle

  • Fefé Fridman y Lucía González Machado
  • 20 sept 2017
  • 4 Min. de lectura

Otro antojadizo recorrido, en esta oportunidad, nos llevó al Centro Cultural de España (CCE), para experimentar la exhibición retrospectiva de Kiosco, que se da en el marco de la Bienalsur (Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur), organizada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Buenos Aires, Argentina), que tiene lugar entre setiembre y diciembre de 2017 en 34 ciudades, con proyectos de 350 artistas.

En Montevideo, como sede, el km 281, la Bienalsur se presenta en el Espacio de Arte Contemporáneo, el Museo Nacional de Artes Visuales, el Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes y el CCE. Busca impactar en la escena artística y cultural regional y global, y cuestiona si es posible generar un verdadero diálogo en condiciones de paridad en distintos puntos del planeta y que se origine desde el sur.

El CCE, sede de la exhibición, es un hermoso lugar. Fachada de vidrio intervenida y una antesala, el espacio es amplio, de varios niveles. Se destaca una gran sala principal, generalmente blanca, de techo alto y articulada según la ocasión con paneles de yeso. En el subsuelo una sala de exposición de menor tamaño, usualmente intervenida con lenguajes audiovisuales, por su lejanía de la luz natural, y en los varios pisos se encuentra una mediateca, galerías más pequeñas también usadas para exhibición, espacios de descanso y lectura y una sala de conferencias. Se ofrecía también un servicio de café, pero nos enteramos que dejó de existir y nos entristecimos (¡que vuelva el café del CCE!).

***

Kiosco fue una galería alternativa que albergó la creación de artistas jóvenes, contemporáneos, y apoyó su difusión e ingreso al intrincado mercado del arte.

Fue fundado por Caro Curbelo, encargada de la gestión, y los artistas Fabio Rodríguez y Santiago Velazco, a quienes en esta ocasión se les dedica casi tres cuartas partes del espacio, para dejar un verdadero kiosco de obras en una galería al fondo de la gran sala principal.

Agobiante al principio, como todo kiosco, con su rebosante mercadería en exhibición: atractivos paquetes de varios colores, algunos más azucarados, otros ácidos, salados, incluso amargos y el individuo interesado allí, pasmado, bombardeado de tanto estímulo, preguntándose qué hace ahí en primer lugar.

El recorrido aliviana cuando se supera la sobreestimulación, cuando se hace una pausa, se respira y llega la calma. Se puede empezar a descubrir cada submundo, estratégicamente en diálogo con sus planetas colindantes, cargándose de nuevos significados, haciéndose guiñadas o quizás ladrándose.

A veces provocativa, violenta, excitante, la muestra abarca gran cantidad de obras de artistas contemporáneos, de técnica, forma y temas variados, que incluye dibujo, acuarela, fotografía, serigrafía y pintura en diversos soportes tradicionales, y no tanto.

Entre tanta oferta dulcera dificulta dar cabida a la sutileza, pero tres obras ubicadas en la pared 5 generan un espacio que nos llama a la apreciación serena.

La mirada hila fino hacia el trabajo de Elián Stolarsky, quien propone su universo de los trazos minuciosos del grabado, según la artista, como metáfora de la acción de recordar. Las cajas de acrílico sobre la pared lucen cual relicarios rostros testigos de una historia que la artista ha construido y transformado de infinitas maneras a lo largo de su trayectoria.

Comparte espacio la obra de las manos habilidosas de Virginia Sosa y Fran Cunha, quienes nos sorprenden gratamente con sus nobles bordados. Planetas, bosques y montañas hacen que despeguemos. Podemos habitar ese micromundo inventado, recorrer los anillos de Saturno y dar largos pasos por cada pico, que subiendo y bajando se esconden en un horizonte flotante.

La tercera elegida es de Leandro Mangado, con sus exquisitos figurines acuarelados, que en pocos trazos develan momentos intensos de sexualidad pura, de manera muy delicada y sensual, invitando a descubrirlos uno a uno sin ninguna prisa.

El color, trazos rebeldes, y otros que no tanto, persisten y se hacen notar con la presencia de Martín Azambuja, Dani Scharf, Zelmar Borrás, Diego Prestes, Virginia Da Costa, entre otros tantos del rubro gráfico, quienes llevan a la luz su quehacer, presionando ese límite escabroso del diseño/arte-arte/diseño.

Mucho para ver en este Kiosco, que reaparece fugazmente en escena. Recomendamos ir a recorrerlo y experimentarlo antes del 30 de setiembre.

Artistas expositores (en orden alfabético)

Federico Aguirre

Martín Azambuja

Leandro Bejar

María Berti

Zelmar Borrás

Bruster

Cathy Burghy

Fabricio Cacciatore

Jairo Carabajal

Antonio Carrau

Julia Castagno

Marcelo Cattardo

Virginia Da Costa

Sr. Estampador

Lucía Franco

Santiago Giani

Agustín Giovanetti

MADE (Martín Lorenzo)

Leandro Mangado

Marcos Medina

Antonella Moltini

Paola Monzillo

El N°37

Matías Nin

Richard Oraa

José Luis Parodi

Diego Prestes

Cecilia Rodríguez Lisboa

Fabio Rodríguez

Agustín Sabella

Dani Scharf

Uriel Silberstein

Martín Solana

Virginia Sosa y Fran Cunha

Elián Stolarsky

Torko

Fiorella Varaldi

Santiago Velazco

 

*Extras

-Estar atentos a la abarcativa agenda de actividades del CCE: artes visuales, literatura, teatro, música, cine y más. Toda la info disponible en: cce.org.uy. Varias de las actividades son de capacidad limitada, así que una vez que se decide participar, ¡hay que ser rápidos para anotarse!

-Explorar y asociarse a su mediateca, que tiene una gran colección de libros y revistas, disponibles para su lectura en sala y préstamo a domicilio, también con club de lectura para niños. El espacio es una buena alternativa para trabajar fuera de casa, provee de internet y PCs para uso del público.

-Visitar y explorar el blog miramama.com.uy, creado y gestionado por Caro Curbelo, espacio de difusión de novedades de arte y diseño nacional e internacional.

Kiosco

Funciona de 2012 a 2016 como una propuesta de galería que presenta la obra de artistas locales, contemporáneos, que generalmente no se encontraban dentro del mercado del arte, siempre con una impronta de “pase y vea”, con muestras colectivas mensuales.

Pintura, fotografía, diseño gráfico, ilustraciones, grabados, copaban las paredes y la vidriera del local. Kiosco también generó espacios como el Club del Dibujo, instancias de difusión de la técnica del grabado y talleres de art book, serigrafía y gestión de proyectos culturales. Despertó curiosidades y nuevas pasiones. Sin dudas dejó su huella en el panorama de las artes. *Las fotos son de Fefé Fridman.

 

La nota recitada por Fefé:


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