"Buscaremos oportunidades para artistas uruguayos fuera del país"
- Fefé Fridman y Lucía González Machado
- 26 abr 2017
- 3 Min. de lectura
Dudas, estamos colmadas de dudas sobre absolutamente todo. Pero, hilando fino, volviendo a la cuestión que nos llevó a aquella recorrida, le planteamos a Fernando Sicco algunas interrogantes sobre el Espacio de Arte Contemporáneo (EAC), su actual locación, su futura expansión y la temporada actual. Un complemento necesario para cerrar conceptos luego de nuestra visita.
Fernando Sicco (Montevideo, 1961) dirige el EAC desde su origen en julio de 2010. Comienza su formación en psicología, que ejercerá desde la docencia para luego introducirse en su postergado interés: la fotografía y los medios audiovisuales. Se dedica también a la producción y gestión cultural desde hace varios años. Ha participado en varias instancias de exposición individual y colectiva, nacional e internacionalmente. Podemos encontrar hoy su exposición Aquello en el Centro Cultural de España (Rincón 629), su sexta exposición individual en el país, que reúne obras recientes, de 2011 a 2016.
¿Cómo y cuál es la relación del arte contemporáneo con la ex cárcel de Miguelete?
El EAC se desarrolla en el predio respetando su estructura, su sentido histórico y simbólico; de hecho, la sola intervención de una ex cárcel con fines culturales puede ser pensada también como una acción artística. El edificio es algo con lo que los artistas pueden dialogar, a veces es difícil evitar caer en lo obvio, porque la presencia de la función originaria está muy presente, pero también se la puede ignorar por completo exactamente por el mismo motivo: el edificio está allí, no necesita acento alguno. La única limitación que nos impone es en cuanto al metraje de las salas, que proporcionan una vinculación muy directa, cercana, con las obras expuestas, y a la vez para algunas necesitaríamos espacios más grandes y neutros, uno de los cuales está previsto en la siguiente etapa de ampliación.
¿Qué papel cumplen las residencias/laboratorios en la labor de investigación del EAC y de qué manera aportan a la reflexión sobre las prácticas artísticas contemporáneas?
El Programa de Residencias del EAC se consolidó recién en el segundo semestre del año pasado, y viene teniendo mucha demanda, así como abriendo puertas al intercambio con el exterior a través de distintas instituciones. Buscaremos que se creen oportunidades también para artistas uruguayos fuera del país, por medio de convenios de reciprocidad. Las residencias, al poner el acento en los procesos y el diálogo con el aquí y ahora, son fuente importante para la investigación sobre las prácticas contemporáneas. De todos modos, hemos notado que en nuestro medio sigue faltando el hábito de investigar sistemáticamente en tal sentido. Nuestras dos últimas convocatorias incluyeron la categoría investigación pero no recibieron propuestas interesantes o vinculantes con nuestras prácticas, lo cual es un indicador local que trasciende al propio EAC.
¿Cuáles son los próximos pasos y futuros proyectos?
Está proyectado el ingreso al EAC por la calle Miguelete, por donde era la nave central de acceso, la parte administrativa de la ex cárcel, así como la creación de una sala de grandes dimensiones. Este año se están culminando las obras de reciclaje de todo el espacio público sobre esta calle; serán unos 3.500 metros cuadrados de área recreativa con nueva iluminación y equipamiento. Necesitamos, asimismo, un área de depósito de obras que sea adecuada a tal fin; es algo que no tenemos en la actualidad. También se están considerando otros proyectos complementarios para el predio, pero todavía no están en una etapa definitiva para anunciarlos.
¿Cuál es el hilo conductor de la Temporada 25?
Las temporadas no siempre tienen un hilo conductor. La decisión acerca de qué proyectos integran cada una depende de muchos factores, que van desde los espacios necesarios para cada propuesta hasta la disponibilidad de fechas de los artistas, pasando por la mirada curatorial que asumo en la programación anual y con la que trato de distribuir artistas extranjeros y uruguayos, así como la convivencia formal y de contenidos de las propuestas. Algunas veces estas operan por contraste y otras por complementariedad o variedad: más que un hilo conductor, suele haber un diálogo.
En la actual temporada han tenido especial incidencia los artistas en residencia, pero también, por ejemplo, con Rita Fischer, de Uruguay, hicimos un proceso interesante para contemplar el uso de dos salas en lugar de una, como había planteado inicialmente. Ese proceso respetó el interés principal de la artista en la actualidad y lo extendió al encuentro con este edificio, creando un espacio de sitio específico dentro de su planteo de obra.
La nota recitada por Fefé:
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